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12 de julio de 2011

Cómo la tecnología ayuda a salvar vidas. Segunda parte

La gestión de la emergencia
Intentaré describir la cadena de hechos de la siguiente manera. Las emergencias nacen con eventos desencadenantes. Por ejemplo, si un sismo es de gran magnitud. Sucede que si ninguna persona se ve afectada es diferente a que un sismo se presenta cerca de un centro poblado, pues, obviamente, en el segundo caso la posibilidad de afectación es mayor; es decir, es más posible que algunas personas se vean afectadas en sus bienes, heridas o muertas por ese evento. Dependiendo del tipo de afectación se activan los mecanismos de respuesta inicial. Supongamos que el sismo sucede en algún municipio. El municipio destinará los recursos que tenga a su disposición para atender a las personas afectadas. En caso de que la magnitud de la emergencia sea mayor a la capacidad de respuesta del gobierno local, se esperaría una intervención del gobierno regional e incluso del gobierno nacional para atender la emergencia. Si el gobierno nacional, luego de realizar sus diagnósticos, concluye que la emergencia ha superado su capacidad de respuesta, entonces cuenta con el recurso de hacer un llamamiento, que es respondido por la Organización de las Naciones Unidas como vocero de la comunidad internacional.

Un evento puede dejar diferentes tipos de afectación y en OCHA, particularmente, nos interesa atender la afectación en términos humanitarios, es decir, cómo se puede aliviar el sufrimiento o salvar la vida de las personas. (Otros tipos de afectación, como aquellas que se dan en infraestructura, son atendidas por otras organizaciones).

La pregunta que nos formulamos entonces es ¿quiénes fueron afectados?, ¿qué grupo humano fue afectado?, ¿cuántas personas?, ¿cuántos son niños o niñas, mujeres, hombres, indígenas, afrodescendientes? ¿cómo se distribuyen por edades? Y muy importante, ¿de qué manera se vieron afectados? Existen mecanismos para recolectar esta información. Si bien es importante saber la información en cierto nivel de detalle, es más importante que la ayuda llegue en el menor tiempo, y con los estándares de calidad más elevados, para lo cual se puede acudir a diferentes modelos de información en emergencias que posibiliten esta actuación.

Existen diferentes tipos de afectación relacionadas con las necesidades humanas, por ejemplo: alimentación, albergue, salud, protección, educación, entre otras. Por esta razón, se coordinan diferentes grupos sectoriales que especializados en su área específica movilizan sus recursos a atender las necesidades que se presentan. Esta asistencia debe seguir un conjunto de normas mínimas de calidad y dignidad hacia los afectados, y debe prestarse en el tiempo adecuado.

Posteriormente a la fase de la emergencia viene la recuperación temprana, que, diríamos, es la base para que la reconstrucción se dé y la vida pueda seguir su curso de la mejor manera posible.

El papel de la tecnología
En este proceso, son múltiples los espacios en donde la tecnología puede apoyar para proteger la vida. Desde las actividades que se pueden realizar en prevención y mitigación del riesgo, el monitoreo de la emergencia, la recolección y proceso de información para la toma de decisiones, hasta la difusión de información pública en aras de prevenir sucesos futuros.

Desde tecnologías como los radios HF y VHF, los equipos especiales de salvamento que utilizan los equipos de búsqueda y rescate urbano, los dispositivos de geo posicionamiento satelital, sistemas de comunicación telefónica por UHF e incluso tecnología satelital de transmisión de datos, son recursos de los cuales la comunidad humanitaria ha hecho uso desde hace varios años.

En OCHA estamos buscando nuevas y mejores alternativas para que el ciclo de la respuesta a las emergencias humanitarias se dé de la mejor manera posible. Se han desarrollado, entre otros, directorios de contactos, intranets, sistemas geográficos en línea y sistemas integrados de información que permiten presentar, en un par de clics, una cantidad de información con la cual anteriormente era imposible contar en un tiempo oportuno. El trabajo con nuestras contrapartes ha permitido contar con imágenes satelitales en un tiempo corto, las cuales hemos incorporado a nuestros productos de información y compartido con nuestros aliados, buscando siempre que los tomadores de decisiones basen sus acciones en información cercana a la realidad.

La web social
Aparte de esto, hay que decir que si bien tradicionalmente se entiende que la web social o web 2.0 permite a las organizaciones acercarse a sus clientes o usuarios para vender productos y posicionar marcas; nosotros, junto con un grupo grande de organizaciones y personas, intentamos ir un poco más allá, explorando las posibilidades que la web social ofrece al trabajo humanitario. La idea es contar con la información que los mismos afectados o los testigos de la emergencia puedan aportarnos, incluso haciendo uso de sus teléfonos móviles. Los tweets que reportan el estado de una situación, los videos que los usuarios pueden publicar en portales como Youtube, o las fotos que se publican en servicios como Flickr, e incluso la capacidad de generar salas de conversación que tiene Skype; todo estos son ejemplos de cómo estamos usando las tecnologías.

Los colaboradores
Cuando llega un desastre, todos queremos ayudar. En estos tiempos los operadores humanitarios hemos contado con la ayuda de múltiples organizaciones e iniciativas que aportan desde su experiencia en tecnologías y en otras áreas a que hagamos un mejor trabajo, y con todos ellos estamos muy agradecidos.

Dentro de estas iniciativas encontramos a CrisisCommons, una red global que convoca voluntarios de muchos países con conocimientos en tecnología para que donen algunas de sus horas a apoyar la labor humanitaria en reuniones llamadas CrisisCamps; InSTEDD, ha sido reconocido por su trabajo en tecnologías móviles en todo el mundo; Open Street Maps, el repositorio de cartografía libre más grande del mundo; Standby Task Force, un equipo de reacción inmediata ante calamidades para apoyar a los operadores con información tecnológica; CrisisMappers, quienes se han especializado en el mapeo de crisis; la Red Salvavidas, una organización local con mucha experiencia en aplicaciones móviles, que llevaron a cabo recientemente una Simulación de emergencias en Twitter, y bastantes más (muchos de los cuales encontramos en la #brigadadigital del Ministerio de Tecnologías de la información y las Comunicaciones). Es necesario mencionar también al Instituto de Estudios Humanitarios, que es una iniciativa que busca cerrar la brecha entre los operadores humanitarios y las universidades, en muchos casos haciendo uso de las tecnologías, y cuyo aporte en este proceso es cada vez mayor.
Son muchos los mecanismos, iniciativas y organizaciones que no he mencionado, pero hay que decir que para nosotros estos aportes han sido supremamente útiles. La invitación es a que quienes estén interesados consulten más información y en la medida que puedan participen de esas iniciativas.

Quiero terminar con una pregunta ¿Cuentan con un Plan Familiar de emergencia? ¿Saben qué hacer en caso de un desastre?, ¿Saben sus abuelos o sus padres enviar un mensaje de texto desde sus teléfonos celulares? ¿Saben ellos conectarse a internet? Es importante que lo hagan. Es posible que saber usar un dispositivo de este tipo en algún momento le pueda salvar la vida.

Algunos recursos
o CrisisCommons http://crisiscommons.org/
o InSTEDD http://instedd.org/
o Open Street Maps http://www.openstreetmap.org/
o Standby Task Force http://standbytaskforce.com/
o CrisisMappers http://www.crisismappers.net/
o Red Salvavidas http://www.redsalvavidas.org/
o Instituto de Estudios Humanitarios http://www.colombiassh.org/reh/

Otras iniciativas
o ICT for peace http://ict4peace.org/category/updates/spanish
o Sahana http://www.sahanafoundation.org/
o Ushahidi Haiti http://haiti.ushahidi.com/
o RhoK http://www.rhok.org/
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*Luis Hernando Aguilar Ramírez
Information Management Officer
United Nations Office for the Coordination of Humanitarian Affairs (OCHA) Colombia

  • Actualizado el: lunes, 07 de septiembre de 2020