El visionario tecnológico: un camino hacia la Ingeniería de Software
Publicado: 16 de septiembre de 2024

Estudiante del Colegio Agustín Codazzi, ubicado en el barrio San José de Atenas. Grado once. Neiva
Siempre he tenido planeado esa parte de mi vida. Mi objetivo siempre ha sido estudiar Ingeniería de software y seguir mi pasión por la informática. Desde niño, soñaba con ser futbolista o policía, pero mi padrino, que es ingeniero de sistemas, me inspiró a adentrarme en el mundo de la tecnología. Siempre me gustó cómo se ven las personas que son ingenieras, más cultas, más inteligentes.
Participé en un concurso de pensamiento computacional que comenzó cuando mi profesor de informática implementó programas con el microcontrolador. Nuestro profesor nos preparó para el concurso a nivel nacional y, tras varios retos, resulté ser el más apto. Mi proyecto ganador fue un sistema de vigilancia programado con microcontrolador. Nos imponían retos que debíamos resolver mediante la programación. Fue una experiencia increíble. A pesar de los desafíos, destacó la importancia de la práctica y la preparación, algo que reafirmé durante las pruebas finales en Bogotá.
Más allá de la programación, tengo otras pasiones. Este año comencé a entrenar voleibol, un deporte que describo como muy directo. Además, disfruto de los videojuegos y el cine, actividades que complementan mi vida académica.
Sobre las barreras que he enfrentado, admito que la programación puede parecer difícil, pero es más creativa que técnica. La programación es dar solución a problemáticas, es el octavo arte. Organiza el caos.
Para los jóvenes que tienen miedo de programar, tengo un mensaje claro: sean valientes. La imaginación y la valentía son claves. El pensamiento computacional ofrece múltiples formas de resolver problemas y es esencial en la vida. Con una mezcla de humildad y determinación, sigo avanzando hacia un futuro brillante en la ingeniería, inspirado por la tecnología y mi propio deseo de superar obstáculos.