Cristiam David Tello Mejía: de la curiosidad a la creación tecnológica

Cristiam David Tello Mejía: de la curiosidad a la creación tecnológica

Publicado: 13 de agosto de 2025
Cristian Trello
Cristian Trello

"En octavo grado me invitaron unos profesores y quise entrar; ahí fue donde comencé a programar la Micro:bit", recuerda con una sonrisa cómplice.

Cuando Cristiam David Tello Mejía, un joven de 16 años del Colegio Técnico Industrial San Martín en Neiva, escuchó por primera vez la tarjeta Micro:bit, no imaginó que estaba dando el primer paso de una aventura que cambiaría su vida. "En octavo grado me invitaron unos profesores y quise entrar; ahí fue donde comencé a programar la Micro:bit", recuerda con una sonrisa cómplice.

Hijo de un padre electricista y de una mamá ama de casa, Cristiam creció rodeado de herramientas y consejos de seguridad eléctrica. Aprender de su padre sobre guantes, casco y botas dieléctricas no sólo le enseñó a cuidar sus manos, sino también a enfrentar con valentía cada cable y circuito que hoy maneja con destreza. "Aunque al principio daba un poco de miedo pensar en electricidad, entendí que con la protección adecuada podía convertir ese temor en pasión por crear", confiesa.

Su primer proyecto fue tan simple como brillante: una sesión de programación donde midió hasta qué distancia llegaba la señal de la Micro:bit. Pero pronto quiso ir más allá. Con la guía de su profesora del SENA, desarrolló un prototipo de laboratorio de agua que mide pH, temperatura y densidad, un reto de casi un semestre que le enseñó la paciencia de calibrar cada sensor, revisar cada conexión y solucionar las fallas de cableado. "Tuvimos que equilibrar los sensores para que no dieran valores erróneos. Ahí aprendí que en la tecnología, cada detalle cuenta", explica.

En noveno grado se unió a un grupo de seis compañeros para crear un carro controlado por Bluetoothdesde el celular. "Fue súper bacano ver cómo un prototipo que diseñamos con nuestras manos cobraba vida al seguir nuestros comandos. Esa sensación de logro no la cambio por nada", rememora entusiasmado.

Para Cristiam, la verdadera recompensa no está sólo en los circuitos, sino en el impacto social de su trabajo. En el marco de los Nodos de Pensamiento Computacional y las Ferias de Código en Acción que se realizarán en septiembre, está construyendo herramientas para enseñar programación a jóvenes con discapacidad visual: "Él (mi profe) creó un computadorcito; nosotros aprendemos para enseñar a otros, y eso me llena de orgullo".

Su consejo a quienes aún dudan en acercarse al STEM es claro y apasionado:

"No desaprovechen esta oportunidad; las oportunidades son difíciles de repetir. Con tiempo, dedicación y esfuerzo uno puede aprender a programar, crear proyectos y hasta ayudar a otros sin depender de nadie más."

Cristiam mira al futuro con la firme intención de ser ingeniero electrónico. Sabe que el camino exigirá más estudio y perseverancia, pero está dispuesto: trabaja en las tardes, compagina responsabilidades y mantiene la mirada puesta en la universidad.

Hoy, su historia es un ejemplo en las aulas: demuestra que un joven, con curiosidad y disciplina, puede encender la chispa del cambio. Porque si él pudo vencer el miedo a los cables, calibrar sensores y compartir su conocimiento, tú también puedes atreverte.

Colombia Programa es una iniciativa del Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y el British Council, con apoyo del Ministerio de Educación Nacional, que tiene como propósito generar recursos y oportunidades de desarrollo profesional docente para fomentar el pensamiento computacional en instituciones educativas oficiales de Colombia, con un enfoque en pro de la equidad de género.

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